ESPADAS DE BOLÍVAR

LA EXCALIBUR DE SIMON BOLIVAR

Por: Jorge Mier Hoffman

Cuenta la historia que en las tierras de Avalón, mítica isla de los Santos en la leyenda céltica, los nobles acudieron al Jefe Supremo del lugar, Merlín, para encontrar al monarca sucesor. El mago hizo aparecer una espada clavada en la piedra, con una leyenda que decía:

«Esta es la espada Excalibur. Quien consiga sacarla de esta piedra, será rey de Inglaterra»

 

Arturo, un joven de la localidad, acercándose a la roca, tiró de la espada como muchos otros nobles que lo intentaron. En ese momento un rayo de luz blanca descendió sobre él, y Arturo la extrajo sin encontrar la menor resistencia, para convertirse en Rey de Inglaterra.

Son elementos mágicos de la Excalibur: la isla, el Jefe Supremo del lugar, la espada de la libertad, y el héroe de la leyenda; como también lo son: la isla de Haití, Alexander Petión como Jefe Supremo del lugar, la “Espada Libertadora”, y los héroes Francisco de Miranda y Simón Bolívar.

El puerto de Jacmel en la costa de Haití dio asilo, protección y cariño a dos de los más ilustres hijos de Venezuela: Miranda y Bolívar… Extraña coincidencia, la que más allá del tiempo parecía querer unir, en la libertad y el heroísmo, a las naciones de Haití y Venezuela a través de la “Espada Libertadora”… El 12 de marzo de 1806, Alexander Petión, colaborador del entonces presidente Jean Jacques Dessalines, hace entrega a Miranda de la “Espada Libertadora”, símbolo de la independencia y la lucha por la liberación de su pueblo, para que en su puño sirviera de estandarte de la independencia que pretendía llevar a Venezuela… Al momento de recibir tan significativo objeto, Miranda la eleva hacia el cielo para dirigir a sus hombres palabras de efervescente patriotismo: “Juro ser fiel y leal al pueblo libre de Suramérica, independiente de España, y servirle honrada y lealmente contra todos sus enemigos y opositores”… La “Bacchus” y la “Bee” eran otras dos embarcaciones que acompañaban al “Leander” capitaneada por Francisco de Miranda con destino a las costas de Ocumare. Los españoles ya sabían de la incursión del venezolano, puesto que tenían un espía italiano de nombre José Covachich, que seguía los pasos de Miranda. Apenas partió de Jacmel, barcos españoles se adelantan y capturan en alta mar las últimas dos embarcaciones, y sus marineros colgados del mástil principal. Descubierta la conspiración, Miranda debe cambiar sus planes rumbo hacia Barbados, donde organiza nuevamente la expedición, pero esta vez se dirige más hacia el occidente hacia la Vela de Coro.

 

El 3 de agostote 1806, el tricolor patrio que representaba la bandera que Miranda hizo confeccionar en la heroica isla de Haití para anunciar la llegada de los libertadores, ahora ondea en suelo venezolano… Y en un gesto de soberbia revolucionaria Miranda clava la “Espada Libertadora” en la playa de Coro en gesto de desafío..!

Han llegado los Libertadores”… así anuncian la llegada los primeros en desembarcar… pero..! la población se ha esfumado, y cuando Miranda hace su entrada a la ciudad empuñando la “Espada Libertadora”, sólo se encuentra con un silencio sepulcral de calles desoladas, casas deshabitadas, y negocios cerrados… es como si en lugar de un libertador hubiera hecho presencia el propio Satanás, porque así lo anunciaban los curas desde las iglesias en sus homilías… Volantes con la palabra “hereje” yacían esparcidos por las calles y lo acusaban como agente de los ingleses para vender a Venezuela.

 

En Caracas, ante el anuncio de la llegada de Miranda a la Vela de Coro, mantuanos y burgueses notables demuestran su más completa lealtad a la Corona Española: Ponen precio a su cabeza y lo queman en un muñeco de trapo relleno con paja. El Cabildo de la capital lo califica de “monstruo abominable” mientras el pueblo ignorante gritaba en la Plaza Mayor: ¡¡¡traidor… vende Patria!!!! Una horrible decepción debió experimentar ese venezolano de fama universal, que desde hacía veinte años se esforzaba en combatir a España y en predicar la independencia de América..!

Un Miranda inmerso en la total frustración parte hacia Aruba, y de allí a Trinidad, para luego regresar a Londres; pero antes de partir, con una nota de agradecimiento eterno, le devuelve al líder haitiano la “Espada Libertadora” que no logró su cometido de libertar a su pueblo, la cual esperará en esa heroica isla la llegada de un nuevo héroe, como la Excalibur del mago Merlín, que en la fábula permaneció incrustada en la dura roca en espera del joven Arturo, quien se convertiría en el mítico Rey de Inglaterra.

Miranda fracasó en empuñar la “Espada Libertadora”, como fracasaron aquellos caballeros medioevales que, en su empeño de asumir el trono que estaba destinado para el rey Arturo, no pudieron extraer la Excalibur de la dura piedra de Avalón, destinada sólo a los hombres de corazón inmaculado.

Diez años más tarde, otro será el héroe que empuñará la “Espada Libertadora”… El 21 de diciembre de 1816 Simón Bolívar se encuentra en Jacmel para dirigirse a Venezuela, al igual que lo hizo su compatriota Francisco de Miranda desde este mismo puerto… Bolívar decía: “Perdida Venezuela y la Nueva Granada, la isla de Haití me recibió con hospitalidad: el magnánimo Presidente Petión me prestó su protección y bajo sus auspicios formé una expedición de trescientos hombres comparables en valor, patriotismo y virtud a los compañeros de Leonidas”

 

Por segunda vez Bolívar se encuentra en Haití organizando una nueva expedición hacia Venezuela. El Libertador había fracasado en su primer intento desde Los Cayos de San Luis cuando, al igual que Miranda, no pudo invadir a Venezuela a través del puerto de Ocumare. Pero Bolívar inquebrantable en su perseverancia de libertar el Continente, no se amedrentó por el fracaso y la traición de muchos de sus oficiales, sino que volvió a Haití con la seguridad de contar nuevamente con Petión y su pueblo para organizar una nueva expedición Libertadora.

Pero Pablo Morillo, el archienemigo de la Revolución Bolivariana, sabía de los planes de Bolívar y amenazó a Petión con invadir la isla si colaboraba con Bolívar… Esta vez será el pueblo quien juntará sus joyas y dinero para entregarlo a los expedicionarios, dejando ver a la Corte de España que no era el gobierno de Petión sino los haitianos quienes ayudaban a Bolívar.

Alexander Petión, hijo de padre francés y madre mulata, ahora presidente de Haití, le presta por segunda vez a Bolívar toda la colaboración para la nueva expedición; no sólo le aporta los recursos financieros, sino la fuerza moral y anímica que necesita el Libertador para emprender la aventura… Petión presiente el triunfo de Bolívar, no obstante el rechazo que el joven venezolano inspiraba entre algunos de sus oficiales: los coroneles Mariano Montilla y Bermúdez,  lo retaron a un duelo a muerte, siendo necesaria la intervención de Petión para condicionar el apoyo del gobierno de Haití, siempre y cuando el Libertador comandara la nueva expedición militar.

Fue así como Haití se convertirá en la llama que encenderá una revolución continental cuyo estandarte portará Simón Bolívar El Libertador, gracias al apoyo incondicional del pueblo haitiano

Antes de la partida, Petión quién se había convertido en personaje determinante en la emancipación americana, hace llamar a Bolívar para hacerle un ruego: “Pido a Usted, que cuando llegue a Venezuela, su primera orden sea la Declaración de los Derechos del Hombre y la libertad de los esclavos”… y para que pueda cumplir con esa misión, le hace entrega del símbolo de la libertad de Haití: es la “Espada Libertadora”

Es la misma espada que empuñó durante la guerra contra los franceses, la que entregó a Miranda en sus dos fallidos intentos de libertar su Patria, la que en 1807 le permitió instaurar una República en el sur y oeste de Haití de la que fue nombrado presidente vitalicio, y que ahora ponía en manos de Simón Bolívar para libertar un Continente..! Como bien escribió Paúl Verna:

 

“No era una espada de oro ni llevaba piedras preciosas, como la que la municipalidad de Lima obsequió a Bolívar a raíz de la victoria de Ayacucho, y conocida desde entonces como la “Espada del Perú” y más tarde “Espada del Libertador”, cuya belleza y esplendor hacen de ella una deslumbrante joya de alta orfebrería, tal vez la más bella espada del mundo”

Esta era más bien una “escuálida espada” sin mayores detalles ornamentales; pero sí de un vil metal de excelente filo y calibrado peso conocida como Durandal… Su hoja de acero puro sin grabados de Damasco, pero con algunas decoraciones, desnuda y luminosa, ya mostraba las cicatrices de varios combates en mano de su dueño haitiano… Es una espada-sable de hoja de acero de 0,84 cm de largo y 0,035 cm de ancho; lleva en su empuñadura de bronce el escudo de Haití, y la cabeza de un león. La vaina es de bronce con el escudo de Haití y motivos alegóricos a la guerra en alto relieve. En sus caras tiene dos armellas para sujetar al cinto.

 

Es la EXCALIBUR DEL LIBERTADOR que lo inmortalizará como insigne guerrero y lo acompañará durante nueve años de duro batallar: la que combatirá en la Guayana y en la célebre Angostura, la que se elevará en los recintos de los Congresos en emotivos discursos, la que atravesará la temible cordillera blanca del Páramo de Pisba para liberar a Nueva Granada, la que vencerá en Pantano de Vargas, la que destrozará en Boyacá al ejército español para entrar victoriosa a Bogotá, la que peleará en Carabobo para lograr la independencia e Venezuela, la que triunfará en Bomboná para consolidar la liberación del Ecuador, la que hará historia en la célebre batalla de Junín que junto a la de Ayacucho lograrán la independencia del Perú; pero sobre todo, será la espada temible de Bolívar que pondrá de rodillas a la Corona Española y hará correr despavorido a los más aguerridos ejércitos … en fin, ésta es sin lugar a dudas la auténtica “Espada Libertadora” que logro en nueve años la emancipación de: Nueva Granada, Venezuela, Ecuador, Perú y Bolivia… Es la misma espada que usó Simón Bolívar en más de trescientos combates, la que intercambió en signo de paz con Pablo Morillo para lograr el armisticio que ayudó a la independencia del continente, la que saludó a San Martín en la célebre entrevista de Guayaquil, la que utilizó el Libertador para conducir su ejército implacable, la que izo en signo de gloria cuando era recibido por los pueblos jubilosos… y será la espada que siempre conservará Bolívar hasta la última de las batallas por la independencia.

En 1825, cuando la independencia del continente ya era cuestión de organización y Bolívar se prepara a consolidar su obra libertadora con la naciente República de Bolivia, en un acto de gran pomposidad recibe de las autoridades de Lima la invalorable “Espada del Perú”, símbolo de la riqueza, la libertad y la paz duradera en tierras incas… Atrás quedaba el tiempo del guerrero incansable para dar paso al estadista y conductor de naciones… Es el momento de colgar la espada guerrera y tomar la pluma para dar forma a las cinco naciones que surgían con la Gran Colombia… Bolívar conciente de la inmensa responsabilidad que tenía sobre sus hombros, se despide de su arma guerrera que lo inmortalizará en la historia: En un acto de gran significación y nostalgia, entrega la heroica “Espada Libertadora” al barquisimetano y compatriota General de División Jacinto Lara, a quién Bolívar llamaba “El Ulises de Colombia” por sus destacadas actuaciones en las batallas de Junín y Ayacucho, y héroe indiscutible de la independencia.

 

La “Espada Libertadora” más nunca regresará a Venezuela… Jacinto Lara la obsequiará al venezolano coronel Pedro Guas, también héroe de Ayacucho. Luego pasó a manos del coronel Juan Rubina; este a su vez la dio al Conde José Carrillo y Albornoz quien la incorporó a su Museo de la calle de la Presa N° 685 en Lima, Perú, el 3 de octubre de 1867. Al morir, su bisnieta, Adelaida Schmidt la donó en 1927 al Senado de la República del Perú, y hoy se conserva en el Museo Nacional de Historia, Sala XI consagrada a la memoria del Libertador, Simón Bolívar.

Simón Bolívar con su ferviente concepción democrática sustentada en la soberanía popular, contraria a la monarquía que imperaba en Europa, se negó a ceñirse la corona que con vehemencia imploraban sus colaboradores; razón por la cual su Excalibur tuvo una evolución histórica contraria a la del rey Arturo de Inglaterra, pero sin embargo ambas “Espadas” adquirieron dimensiones de leyenda… Es por ello, que esa copla popular que retumba en todos los rincones del continente americano, más que una consigna revolucionaria contra el imperialismo explotador, es un himno a la “Espada Libertadora” que el mago de la revolución Alexander Petión, entregó al joven Simón Bolívar para coronarse como libertador de todo un continente, como una vez hizo el mago Merlín al coronar al rey Arturo en la mítica leyenda.

“Alerta… Alerta… Alerta que camina… La espada de Bolívar

por América latina… Alerta… Alerta… Alerta que camina”

LAS ESPADAS ORNAMENTALES DE BOLIVAR

La imagen de Bolívar como Libertador está atada a la espada con la cual normalmente se le representa. La espada adquiere vida propia como símbolo de la victoria. El fin de la guerra se presenta cuando se entregan las armas. Los “duros hierros” no son más que las espadas que se utilizaron en las guerras de Independencia. Pero cómo deshacerse de ellas..? Rendir la espada es una forma de derrota y su destrucción, una degradación. Pero entregarla en un gesto de afecto es un trofeo y un honor imborrable para quien la recibe, y un gesto de paz y amistad duradera para quien la regala.

Páez hizo mención de una espada de doble filo que le obsequió el Libertador con las siguientes notables palabras: “La espada redentora de los humanos..! Ella en mis manos no será jamás sino la espada de Bolívar: su voluntad la dirigirá, mi brazo la llevará. Antes pereceré cien veces, y mi sangre será perdida, que esta espada salga de mi mano, ni atente jamás a derramar la sangre que hasta ahora ha libertado. Conciudadanos: la espada de Bolívar está en mis manos; por vosotros y por él iré con ella a la eternidad”. Esa espada se convirtió en una “Espada de Damocles” para el propio Bolívar, ya que tiempo después, Páez lideraría la separación de Venezuela de Colombia y por ende la disolución de la obra del Libertador: La Gran Colombia.

Bolívar fue homenajeado de mil maneras; y los sables y las espadas eran los regalos por excelencia. Cada espada en su ornamento y belleza eran autenticas joyas, donde una era más lujosa que su anterior, las cuales el Libertador a su vez regalaba a sus oficiales.

 

La espada del Perú, es el mejor ejemplo de una espada simbólica no apta para la lucha, donde rivalizan en destello y belleza mil trescientos setenta y cuatro piedras preciosas entre diamantes, rubí y esmeraldas, con broches y mango de oro puro, incrustadas con toda maestría por orfebres y artistas del metal.

Más que una espada de combate, es una lujosa joya de orfebrería: la vaina es de oro macizo de 18 quilates y su pomo está formado de oro, brillantes y diamantes; su valor incalculable representa el heroísmo desplegado en el Perú.

El pasado 4 de febrero del 2010 el Presidente Chávez exhibió por primera vez en público la Espada que el Perú le regaló al Libertador y que siempre se conservó en la bóvedas del Banco Central de Venezuela, de la cual se han hecho réplicas para obsequiar a distintas personalidades que visitan el país, cuyo lujo destaca por su vaina de oro macizo de 18 quilates, con la empuñadura de 1.433 diamantes, rubíes y esmeraldas. A Chávez admitió que la hizo sacar de la bóveda porque no pudo resistir más la tentación de “tenerla conmigo”. El sábado 6 desenvainó la hoja de acero. Entre el brillo de sus filos se puede leer: “Unión y Libertad”. La levantó para tomarles juramento a 2.400 jóvenes adeptos a sus políticas de izquierda y para condenar las crecientes marchas estudiantiles en protesta contra su régimen de más de diez años: “Si nos buscan por el camino de las armas, aquí estamos con la espada de Bolívar dispuestos a batirnos por la revolución”

En la historia de Bolívar encontramos infinidad de gestos de admiración hacia sus oficiales, cuando hace entrega de esas espadas ornamentales cuyo lujo detestaba el Libertador, quién tampoco utilizaba las medallas y condecoraciones que el pueblo le entregaba como digno reconocimiento.

En la edición especial del Periódico Ilustrado que realizó Alberto Urdaneta con motivo del centenario del nacimiento de Simón Bolívar el 24 de julio de 1883, se describen dos espadas ornamentales que pertenecieron al Libertador:

Rafel Arboleda fue un buen amigo de Bolívar; tanto así, que en 1829 cuando estaba en Popayan, le entregó el Anillo de la Pasión que conservaba Bolívar desde la muerte de su esposa María Teresa. Pero también le entregó su primera Espada de Campaña, acompañada de la siguiente carta:

“Japio, 29 de Diciembre de 1829. Estimado amigo y señor: Usted ha deseado tener un documento por el que conste que la espada que usé en la campaña del Sur de Colombia en el año de 1822, es la misma que tuve el gusto de presentar a usted como un gaje de mi estimación y verdadera amistad, en Guayaquil, cuando entré en aquella ciudad en el mes de agosto de 1822”

 Otra de las espada que perteneció a Bolívar, fue un sable de caballería que regaló al general Rafael Urdaneta quien a su vez se la había regaladosu primo Francisco Urdaneta.

“Mi espada y mi corazón siempre serán de Venezuela; y mis últimos suspiros pedirán al cielo su felicidad”

Simón Bolívar

LA ESPADA DE LA REVOLUCION BOLIVARIANA

 El 28 de noviembre de 1919 se reunieron en el despacho del Ministro de Gobierno, Luis Cuervo Márquez: Eduardo Restrepo Sáenz, Gobernador de Cundinamarca; Santiago de Castro, Alcalde de la ciudad y Raimundo Rivas, Presidente de la Sociedad de Embellecimiento de Bogotá, con el objeto de constituir la Junta Conservadora de la Quinta de Bolívar, creada por la Ley 53 de 1919. Se leyó un memorial del Señor Carlos Ospina, por el cual ofrece en venta una colección de documentos originales y objetos que pertenecieron al Libertador, que con otros que se exponían ya en el Museo Nacional, constituirían junto con la Quinta de Bogotá, el mayor patrimonio artístico y cultural del Libertador en Colombia, sólo superado por la Casa Natal del Libertador en Caracas. Para ese momento, en el inventario no había una “Espada de Bolívar”.

En el inventario del año 1922, que se encuentra en los archivos de esta Quinta, donde se relacionan detalladamente los objetos y piezas históricas que provenían del Museo Nacional y de los objetos adquiridos a particulares, no hay ninguna mención a la “Espada de Bolívar” que por cincuenta años se expuso en un pequeño cuarto. Al respecto de su origen, fue la opinión de los estudiosos del misterio de esta espada lo siguiente:

 

«Por lo tanto se descarta definitivamente la posibilidad de que esta pieza hubiera provenido de los objetos originales vendidos por el Sr. Carlos Ospina y del Museo Nacional»

¿Cómo apareció la espada?

El 3 de Diciembre de 1924, fueron designados los académicos José Manuel Marroquin, Eduardo Restrepo Sáenz y Gerardo Arrubla, como miembros de la Comisión encargada de evaluar los bienes de la Quinta; y es a partir de entonces cuando en el inventario se hace mención de: «una espada con empuñadura dorada y vaina de cobre que se cree perteneció al Libertador» es decir, que a pesar de utilizarse la palabra “se cree perteneció al Libertador”, fue reconocida, aceptada e inventariada como tal. Luego en los inventarios de 1932 ya aparece la “Espada de Bolívar” relacionada en un lugar exacto de exhibición:

En el Salón del Piano dentro de una vitrina de nogal imitación estilo antiguo que contiene piezas de uniformes del Libertador, y entre ellos una espada de empuñadura dorada con su vaina de cobre

 

No obstante la afirmación de que perteneció a Bolívar, no existe la documentación que lo sustente en cuanto: ¿A quién perteneció? ¿Cómo fue ubicada? ¿Cuánto costó? ¿Qué argumento se esgrimió para declararla como del Libertador?… en fin, todo un misterio que nos lleva a pensar:

¿Perteneció a Bolívar, o fue la necesidad del Museo en exponer el objeto más emblemático de un guerrero que peleó en más de 450 batallas para liberar un continente?

 

Lo cierto de esta inconsistencia histórica, es que la llamada “Espada de Bolívar” se expuso por 50 años como tal, hasta 1974 cuando por veinticinco años se convirtió en la antigüedad más famosa y la más buscada, luego de ser robada de su caja de cristal por grupos subversivos que se hacían llamar M-19 de Colombia, quienes la convirtieron en un símbolo de su revolución que perseguía instaurar la doctrina bolivariana, en un país manejado por la oligarquía conservadora que asesinó a Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948; líder popular, bolivariano y revolucionario, quien era la esperanza del proletariado para conducir los destinos de su nación, cuya muerte encendió la llama de la revolución que engendró a todos los grupos subversivos del país, como el Movimiento Revolucionario M-19, el Ejército de Liberación Nacional ELN y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC.

El 17 de febrero de 1974, a las 5:00 PM, se presentaron los integrantes del M-19, que luego de someter a los vigilantes cargaron con la espada

Foto que presentó el M-19 para demostrar que poseía la Espada de Bolívar, donde se muetra la espada y otros objetos que nunca fueron devueltos: la funda de la espada, las espuelas y piezas de su montura

A partir de entonces, los miserables pueblos recibían entusiastas a los guerrilleros portadores del símbolo de la Libertad. Era toda una algarabía de fiestas y celebraciones para tocar la espada del Libertador. El símbolo de Bolívar recorrió lugares inimaginables: prostíbulos, tabernas, comercios, haciendas; y hasta se dice que viajó al Perú con el grupo revolucionario “Sendero Luminoso”; a Cuba durante la defensa de Angola, y también fue desenfundada en las selvas de Chiapas por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional del Subcomandante Marcos ¡Era el símbolo de Bolívar que despertaba la conciencia de los pueblos! y la energía revolucionaria que irradia la espada, lo que popularizó e inspiró ese himno de la Revolución continental que dice:

“Alerta… Alerta… Alerta que camina… La espada de Bolívar

por América latina… Alerta… Alerta… Alerta que camina”

 Luego de vagar por 17 años, el 31 de enero de 1991, con motivo de la instalación de un Congreso Constituyente que pretendía devolver la justicia a los colombianos, mediante un acuerdo de pacificación con las guerrillas, se dijo que el M-19 devolvió la “Espada de Bolívar”.

Pero esta vez no volvería al calor bolivariano de esta Quinta de donde fue robada, sino a las frías bóvedas del Banco de Colombia donde permanece escondida, ante el temor de que sea robada nuevamente, ya que la vociferada paz y justicia social, tantas veces prometida por el Gobierno colombiano, terminó siendo otra farsa más de la oligarquía dominante.

Como quedó demostrado, la mal llamada «pacificación» lo que buscaba, era el de ubicar a los rebeldes líderes guerrilleros para ser eliminados sistemáticamente, tal cual se hizo con los líderes revolucionarios que llegaron al Congreso con el voto popular, como los de las FARC y el ELN, quienes fueron asesinados por los paramilitares.

Sobre la Espada de la Quinta de Bogotá se tejieron muchas historias: El hijo del desaparecido capo del narcotráfico Pablo Escobar, Juan Pablo, aseguró que la espada estuvo por varios años en uno de sus cuartos “como uno de sus juguetes” porque, según él, esa guerrilla se la entregó en pago por varios favores que recibió del jefe del extinto cartel de Medellín… La periodista venezolana Isa Dobles, que en el pasado manifestó una estrecha amistad con Fidel Castro, aseguró que vio la espada que le mostró Fidel según esta historia: Un muchacho que servía en la residencia del entonces Presidente de Panamá, Noriega, la salvó de caer en manos de los norteamericanos cuando éstos llegaron a allanarla, buscándolo. El M-19 se la había entregado para que le hiciera una guardia de honor y estaba expuesta en su biblioteca. Fidel Castro es un devoto de Bolívar. Cuando la llevaron a su Despacho, envuelta todavía en papel y tirro, me pidió que yo la abriera porque era venezolana, compartía el respeto por Bolívar y no andaba tras pantallerismo político. Quería que yo la entregara en el Congreso de Colombia a lo que me negué porque no era lo oportuno ni yo me creía la indicada. Una espada pequeña, entonces sin brillo por la “jalea” que la cubría por protección. Un peregrinaje de 17 años terminó cuando fue devuelta, entregada a un miembro del M-19 fue transportada a Colombia en un jet de Gustavo Cisneros.

En cuanto a esta historia truculenta sobre la Espada robada por el M-19, oficialmente se dio la siguiente información: Arjaid Artunduaga, principal historiador del M-19, fue el encargado de recoger la espada en Cuba para su devolución. La espada fue devuelta por el entonces ex comandante del M-19 desmovilizado Antonio Navarro Wolff, el 31 de enero de 1991 en una ceremonia en la Quinta de Bolívar en Bogotá, año en que también se estableció la Constitución de Colombia de 1991 con participación de miembros del M-19 como protagonistas. Después de recibida, el gobierno colombiano la guardó un déposito del Banco de la República de Colombia.

¡¡¡En cuanto a su autenticidad!!! No existe certeza sobre si esa espada perteneció o no al Libertador; lo cierto del caso es que se acepta como tal y eso es lo más importante como un símbolo BOLIVARIANISMO y por consiguiente, la energía revitalizadora de una revolución libertadora que encarna el pensamiento de Bolívar que decía “Donde hay justicia no hay pobreza” De allí la afirmación que hace algunos líderes del M-19, en cuanto a que aún la espada pertenece al grupo subversivo. Eso significa que ¡¡¡La Espada de Bolívar  nunca fue devuelta por el M-19!!! Y aún recorre los pueblos de Colombia como un símbolo de la Revolución Bolivariana. Es el caso de esta foto, que me llegó a mi correo, que muestra la espada robada de esta Quinta, y que no es la que está en el Banco de Colombia. Según el Gobierno la espada fue devuelta el 31 de enero de 1991, pero la foto muestra como fecha reciente el 24 de julio del 2004, cuando se conmemoraban los 221 años del natalicio del Libertador.

 

Llegó a mi correo, con instrucción precisa de que borrara al remitente. Fue a propósito de un artículo que publiqué en Internet bajo el título “La Excalibur del Libertador”, que puedes leer en la dirección Web: http://www.simon-bolivar.org/bolivar/la_excalibur.html, donde yo hago mención a la devolución de la “Espada de Bolívar” que había hecho el M-19 de Colombia; al respecto recibí esta fotografía (página anterior) con una leyenda que decía:

«Compatriota Jorge Mier Hoffman. ¡! efectivamente robamos la espada y aún está con nosotros. En una ocasión el ejército estuvo a punto de encontrarla en un allanamiento que hicieron en Bogotá, pero a tiempo pudimos esconderla dentro de una chimenea. La espada recorrió el Continente, y estuvo en todos los lugares que usted pueda imaginar; y seguirá cabalgando con nosotros como en los tiempos de gloria del Libertador. La verdadera “Espada de Bolívar” sigue caminando por América Latina. Aquí le envío la foto con un ejemplar del diario El Tiempo de Bogotá de esta fecha, para demostrarle que la verdadera espada de Bolívar no está en el Banco de Colombia sino con los verdaderos revolucionarios del M-19»

ULTIMA HORA

Domingo 31 Enero 2010 | 21:47

FARC dice que “recuperó” espada robada de libertador Simón Bolívar

 Publicado por Felipe Delgado  • La información es de AGENCIA AFP  • 

Según una reciente encuesta del diario español El País, el Libertador Bolívar es la principal figura histórica de los últimos 200 años en América Latina, por delante de Fidel Castro y el Che Guevara

La guerrilla de las FARC dijo este domingo haber «recuperado» la espada que empuñaba el Libertador Simón Bolívar, que se presume resguardada en una bóveda luego de que la desmovilizada guerrilla M-19 la devolvió tras robarla en 1975 de un museo de Bogotá, según un comunicado.

«Un comando de fuerzas especiales del Bloque Martín Caballero de las FARC-EP, recuperó la espada de combate del Libertador Simón Bolívar en un lugar próximo a la ciudad de Santa Marta (norte)», precisó.

El escueto comunicado, divulgado a través de la agencia de noticias Anncol que publica en internet información relacionada con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), fue firmado este domingo «desde las Montañas de Colombia».

Simón Bolívar (1783-1830), el máximo héroe venezolano, liberó de la colonia española a cinco naciones americanas: Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, esta última nombrada así en su honor.

En todas las ciudades de Venezuela y en la mayoría de las naciones andinas hay una plaza Bolívar con una estatua del Libertador que generalmente lo representa a caballo y con espada.

La espada original de Bolívar fue robada de la casa-museo Quinta de Bolívar de la capital colombiana el 17 de enero de 1974 por la entonces incipiente guerrilla nacionalista Movimiento 19 de abril (M-19), como un golpe propagandístico a su irrupción en la coyuntura colombiana.

El M-19 se desmovilizó en 1991 y como un acto de sinceridad de su desmovilización devolvió la espada que según las autoridades permanece en una bóveda del emisor Banco de la República. Sin embargo, mitos urbanos aseguran que los rebeldes no devolvieron la espada original -símbolo de la lucha insurgente- sino una réplica.

Según una reciente encuesta del diario español El País, el Libertador Bolívar es la principal figura histórica de los últimos 200 años en América Latina, por delante de Fidel Castro y el Che Guevara.

Esta es una copia de lo que se dice ser la Espada de Bolívar que no corresponde al modelo que fue robado por el M-19 de la Quinta de Bolívar en Bogotá, y que por su pedrería pareciera más parecida a la Espada del Perú que le fue obsequiada al Libertador, y que se conserva en el Banco Central de Venezuela

Copia de la Espada del Perú que el Presidente Chávez obsequia al Presidente del Ecuador Rafael correa, cuyo diseño es semejante a la que se expone en la Quinta San Pedro Alejandrino

Santa Marta.

La directora de la Quinta de San Pedro Alejandrino de Santa Marta, Zarita Abello de Bonilla, manifestó que con apoyo de la Policía Nacional se reforzaron las medidas de seguridad dentro del museo, para evitar que las Farc o delincuentes comunes puedan realizar un posible robo de los objetos históricos que marcaron la vida de Simón Bolívar. La decisión se tomó teniendo en cuenta el falso anuncio que las Farc hizo el pasado domingo en su página Web, Anncol, en la que aseguraban tener en su poder la espada de El Libertador. Abello expresó que luego de lo publicado por las Farc y aunque no ha sido informada de ningún movimiento sospechoso dentro del museo, no descartan la posibilidad de que haya alguna acción en contra de los elementos de Bolívar, ya sea dentro de la Quinta o en otro lugar del país. “Tenemos vigilancia privada con varios hombres en el día y un número mayor en las noches, además del circuito de alarmas”, comentó. Manifestó que igualmente la Policía Nacional presta un buen servicio, el cual se incrementó desde el día domingo. La directora afirmó que sigue desconcertada por lo que pasó y señaló que “me llevé un tremendo susto”. Por su parte, el comandante de la Policía del Magdalena, Coronel Gustavo Moreno Maldonado, sostuvo que además del aumento en el número de hombres al interior y en los alrededores de la Quinta, se dispuso en conjunto con Zarita Abello, cambiar la ubicación de la espada dentro del museo. El oficial dijo encontrarse preocupado por el comunicado emitido por las Farc, y comentó que no entiende qué se esconde detrás de esa mentira. “No podemos quedarnos de brazos cruzados porque era una falacia, tenemos que estar muy atentos para evitar que acometan alguna acción: “Nuestro deber es velar porque ese patrimonio histórico no se pierda o no sea robado, por eso las medidas y se reforzó la seguridad”, puntualizó. Además de la espada de Bolívar, en la Quinta reposa la del general Mariano Barreneche.

¡¡¡INTERESANTE!!! COMUNICADO DE LAS FARC

 

En un segundo Comunicado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, se presentó tres fotografías de la Espada que fue recuperada por un Comando, con una acotación que aclara, pero a su vez crea una expectativa en los circulos de escritotres, por cuanto se dice que la Espada fue obtenida de un lugar cercano a Santa Marta y que no fue robada de ningún Museo, como pretende hacer ver el Museo de la Quinta san Pedro Alejandrino. eso significa, que es una Espada que estaba oculta en algún lugar que sólo las FARC puede aclarar, y que hace sospechar que tiene que ver con la denuncia que hice en el Libro La Carta «que cambiará la historia» que habla sobre la tumba de Bolívar en Ciénaga. Aquí dos de las tres fotos:

1. Presentamos a los pueblos de Nuestra América y del mundo en lucha antiimperialista por la independencia, tres fotografías de la espada de combate del Libertador Simón Bolívar, recuperada por el comando Manuel Marulanda Vélez de las FARC-EP en las adyacencias de la ciudad de Santa Marta.

 2. Esta espada es el símbolo del triunfo de la libertad de los pueblos en esta nueva era de Bolívar.

¡Bolívar Vive y la Lucha Sigue!

Bloque Martín Caballero de las FARC-EP

Montañas de Colombia

7 de febrero del 2010

Año bicentenario del grito de independencia

  

Detalles del mango de madera de la Espada de Bolívar recuperada por las FARC

LA POLEMICA ESPADA RECUPERADA POR LAS FARC

Pequeña historia sobre la espada libertadora de Simón Bolívar

Corresponsal ANNCOL / Costa Caribe

Se comenta en Santa Marta y en toda la costa Caribe, que las declaraciones mentirosas y provocadoras contra Venezuela de que, “el comandante de las FARC Alfonso Cano había viajado a Suecia con pasaporte Venezolano”, dadas por toda la prensa colombiana el 11 de febrero por a del presidente de la comisión de relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes de Colombia, Manuel José Vives, palmicultor hijo y nieto de Paracos; son una venganza sucia por la acción fariana de recuperación de la espada autentica del libertador Simón Bolívar, símbolo de su lucha libertadora.

Es vox populi en Santa Marta que al momento de morir Bolívar en la hacienda de San Pedro Alejandrino, en los últimos momentos de su vida quedó en las manos del obispo de Santa Marta José María Estévez, antiguo conspirador santanderista, quien le aplicó los santos oleos y se encargó de todo lo relacionado con su entierro. También se apropió de la espada que en ese momento tenía el Libertador, que le había regalado el Mariscal Sucre después de haber ganado con ella la batalla de Ayacucho. La espada permaneció durante muchos años guardada por la curia de Santa Marta, hasta cuando hace 50 años, otro obispo de la diócesis Monseñor Chiquillo, para hacer unas reparaciones urgentes en la Ermita y en la Catedral, les “vendió” este patrimonio nacional a José Benito Vives de Andrei también conocido como don Pepe Vives y a Carlos Aurelio Lacouture, ambos abuelos del representante Manuel José Vives el que acaba de dar la declaración mentirosa. En un acto comercial que fue protocolizado por el notario Jacobo Pinedo Barros, tío del senador Paraco Miguel Pinedo Vidal.

Los “dueños” de la espada, Vives y Lacouture, se la “endosaron” a su familiar don Simón Solano, quien la guardó en una de sus tantas haciendas custodiadas por los paramilitares que posee la familia Solano Vives en las “adyacencias” del SENA de Santa Marta, desde donde se organizaban los envíos de marihuana por la pista “ALFAMA” de los Dangond.

Con esta pequeña crónica llamamos al periodismo investigativo a que profundice esta denuncia y certifique la veracidad de lo que ANNCOL acaba de decir, y para que por favor comparen el dibujo que hace E. Yepes de la espada del Libertador que aquí se anexa, con las fotos dadas a conocer por las FARC.

Los Apóstoles de la Historia

Paradigmas de la historia amañada

Por: Jorge Mier Hoffman

Se llaman apóstoles a los voceros de Jesús, como apóstoles también se denominan a esos inusitados personajes que han manipulado los Cuatro Poderes del Estado: Político, Económico, Eclesiástico y Militar, como en Venezuela denunció el escritor Pedro Duno en su libro “Los Doce Apóstoles”

Sin embargo existen apóstoles mucho más peligroso y dañino para la raza humana, ya que manipulan el Quinto Poder del Conocimiento, atentando contra la verdad y la objetividad, con la intención de fortalecer los cimientos de las mentiras que han sido escritas, porque de saberse la verdad, demolerían los paradigmas de la historia amañada y con ellos caerían también los excelsos historiadores que se consideran dueños de la verdad.

Un ejemplo de la psiquis enfermiza de estos iletrados personajes, o más bien traidores de la intelectualidad, lo significó el caso de Galileo Galilei cuando publicó su libro “Diálogo”, como producto de sus investigaciones astronómicas que demostraban que «La Tierra se mueve alrededor del sol»

Su libro no pasó el filtro de los eruditos intelectuales ortodoxos que tenían la misión de defender los paradigmas de la historia amañada

De inmediato Galileo es condenado por la inquina inquisidora de los Santos Oficios… El jesuita Horazio Grassi fue el más furibundo de todos los detractores de Galileo. Horazio Grassi, a quien yo llamo despectivamente como seudónimo de su nombre el “grasiento” por la manera sagaz y escurridiza como pudo ganarse los favores del Papa, era un erudito catedrático del Colegio Romano, quien defendía la tesis oficial de que «La Tierra está inmóvil porque es el centro del universo»

Aprovechando su influencia religiosa, el “grasiento” pidió la cabeza de Galileo Galilei, y el 22 de junio de 1633 la sentencia de la Inquisición es ratificada por el Papa Urbano VIII:

Galileo fue enclaustrado de por vida por haber asegurado que la tierra se mueve alrededor del sol; sus libros fueron quemados en grandes hogueras; su nombre fue borrado de las academias; y, bajo amenaza de tortura, públicamente debió negar sus afirmaciones, aun cuando murmuró la frase lapidaria «Eppur si muove» que quiere decir: «pero todavía se mueve»

 

El paradigma de Galileo Galilei es lo que acontece hoy en la Academia Nacional de la Historia, porque está infiltrada de “grasientos” que tienen la misión de ¡¡¡Ocultar la verdad!!! Para defender la historia amañada de sus libros.

Son los zombis de la historia que repiten una y otra vez la mentira de que Simón Bolívar murió por tuberculosis, y condenan a todo aquel que contradiga la «Historia Oficial»

Por esta razón, un paradigma ha significado la publicación del libro La Carta “que cambiará la historia”, que con pruebas y documentos inéditos, denuncia el asesinato del Libertador como resultado de una Conspiración imperialista ordenada y dirigida por el Presidente Andrew Jackson.

¡No importa los documentos ni los eventos de la investigación!

Decir que Bolívar fue asesinado, amenaza con echar al estercolero la mentira que han escrito esos eruditos personajes que se consideran los apóstoles de la historia.

Recientemente las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, anunció la recuperación de la “Espada de Combate del Libertador” en un lugar no identificado cercano a Santa Marta, lo cual confirma lo denunciado en el libro La Carta “que cambiará la historia”, en cuando al asesinato de Bolívar. Como era de esperarse, lo dicho por el grupo guerrillero ha generado una nueva confrontación con la Academia Colombiana de la Historia, quien rechaza el Comunicado Oficial de las FARC del 7 de febrero del 2010 que dice:

Presentamos a los pueblos de Nuestra América y del mundo en lucha antiimperialista por la independencia, tres fotografías de la espada de combate del Libertador Simón Bolívar, recuperada por el comando Manuel Marulanda Vélez de las FARC-EP en las adyacencias de la ciudad de Santa Marta. Esta espada es el símbolo del triunfo de la libertad de los pueblos en esta nueva era de Bolívar.

¡Bolívar Vive y la Lucha Sigue!

Bloque Martín Caballero de las FARC-EP

Montañas de Colombia

7 de febrero del 2010

Año bicentenario del grito de independencia

La aparición de la “Espada de Combate del Libertador” confirma las pruebas que se exponen en todos sus detalles en el libro La Carta “que cambiará la historia”, lo cual también en Venezuela ha tenido sus furibundos detractores donde hay “grasientos” infiltrados en el alto gobierno: son personajes que bloquean e impiden que la verdad de la muerte de Bolívar llegue hasta el mito del Panteón Nacional, como bloquearon las investigaciones de la Comisión que el Presidente Chávez había designado, a la cual yo entregué muestras de cabellos del Libertador para los estudios de ADN.

Son los apóstoles que dicen ser los dueños de la intelectualidad y la verdad sobre la muerte del Libertador, que no obstante su terquedad obcecada en insistir que Bolívar murió de tuberculosis, yo digo como Galileo Galilei «Pero fue asesinado» 

LA ESPADA DE LA PAZ

Mucho se ha hablado sobre las espadas de Bolívar: La espada Libertadora que le entregó Alexander Petión, presidente de Haití, al momento de encabezar la expedición libertadora que partió desde esa gloriosa isla, pionera en la emancipación americana, y que hoy se expone en el Museo Nacional de Historia del Perú… La fastuosa espada del Perú, que con su ornamento en piedras preciosas, plata y oro, debe ser resguardada en las bóvedas del Banco Central de Venezuela… La espada de campaña que Bolívar regaló en 1822 al nativo de Popayán, Rafael Arboleda, acompañada de la siguiente carta: “Estimado amigo y señor: Usted ha deseado tener un documento por el que conste que la espada que usé en la campaña del Sur de Colombia en el año de 1822, es la misma que tuve el gusto de presentar a usted como un gaje de mi estimación y verdadera amistad, en Guayaquil, cuando entré en aquella ciudad en el mes de agosto de 1822”, y hoy forma parte de un patrimonio familiar… La espada de caballería que Bolívar regaló al general Rafael Urdaneta, quien a su vez se la dio en custodia a su primo Francisco Urdaneta, y hoy constituye parte de objetos bolivarianos de colección privada… La espada de la discordia, que por cincuenta años se conservó en la Quinta de Bolívar en Bogotá, cuando el 17 de febrero de 1974, a las 5 de la tarde, un comando guerrillero del llamado M-19, sometieron al personal del Museo, y cargaron con la valiosa espada… Por 17 años la espada vagó sin que se supiera su paradero: prostíbulos, tabernas, panaderías, carnicerías, apartamentos, casas, haciendas, en fin, estuvo escondida en multitud de lugares, hasta que el 31 de enero de 1991, con motivo de la instalación de un Congreso Constituyente que pretendía devolver la justicia social a Colombia mediante un acuerdo de pacificación con las guerrillas, el M-19 devolvió la espada, y hoy se resguarda en las frías bóvedas del Banco de Colombia donde permanece escondida, ante el temor de que sea robada nuevamente, ya que la vociferada paz y justicia social tantas veces prometida durante la Asamblea Constituyente, terminó siendo otra farsas más de la oligarquía dominante de Colombia para develar a los rebeldes enemigos del poder económico… La espada de Ayacucho, que Bolívar ordenó con los más suntuosos materiales. Así lo describió O´Leary: “Por esos días llegó de Lima el Coronel Salazar, enviado por el Consejo de Gobierno a presentar al Libertador y al General Sucre, las magnificas espadas con que la municipalidad de aquella ciudad los obsequiaba en señal de su amor y gratitud”, de cuya espada sólo nos quedó la extraordinaria hoja de Damasco, que hoy se expone en el Museo de Magdalena en Lima Perú, ya que su pedrería fue robada luego del vil asesinado del Gran Mariscal Antonio José de Sucre… En fin, fueron extraordinarias espadas que simbolizaron la guerra… Pero que decir de la espada de la paz..! la que usaba Bolívar luego que colgó las espadas que lo acompañaron el múltiples batallas… Esa fue una singular espada que forma parte de los objetos perdidos de la gesta bolivariana… ESTA ES LA HISTORIA:

El 9 de diciembre de 1824, Antonio José de Sucre, con 6.000 soldados, se enfrenta y vence al virrey La Serna, quien guía 9.320 hombres, en el campo inmortal de Ayacucho, que en lengua quechua quiere decir Rincón de los Muertos… A partir de ese momento cambió la historia del continente, con la expulsión definitiva del poder español, y un despertar revolucionario que se extenderá hacia otras regiones que invocarán su independencia.

El Libertador inicia su guerra más difícil: organizar los miserables pueblos destruidos por la guerra

El siete de agosto de 1820, Bolívar marca su paso por Puno, al decretar la absoluta libertad del Perú… En su largo viaje por esas tierras incas, llega al gran Lago Sagrado, el Titicaca, donde surgió la mitología Inca con Manco Capac, que dio nacimiento a una de las civilizaciones más extraordinarias que haya conocido la humanidad… Se dice, que Bolívar meditabundo, contemplaba la grandiosidad de unas ruinas cíclopes, que fueron profanadas por la avaricia colonizadora, y que los lugareños reconocían como Tiahuanaco, la más milenaria y la más antigua de las ciudades incas… y así fue señalado por los cronistas:

“Los clarines de Junín lanzaron su grito de bronce sobre el Lago Sagrado. El Libertador partió para recorrer sus ruinas milenarias, entre una ovación frenética del pueblo agradecido, que en su lengua aymará, repercutió en el aire delgado y glacial del altiplano andino, que llenó su desolación con el clangor de cien batallas”

Durante el recorrido que hizo el Libertador a las misteriosas ruinas de Tiahuanaco, de singular significación fue la visita que hizo al Templo del Sol, sobre una mítica isla del lago Titicaca, que se dice fue la cuna de Manco Capac, lo cual fue referido en una carta del Fiscal de Santiago de Titicaca:

“Agosto, 13 de 1825. Tengo el placer de comunicarle que S.E. el Libertador fue a visitar la Isla Titicaca, cuna del Padre de los Incas. El coronel de Buenos Aires, Ayres O´Brien, se ha cubierto de laureles en las márgenes del Plata, adquiriendo por su valor e intrepidez varias insignias que caracterizan en honor militar, tuvo bastante fuerza de alma para despojarse de todas ellas, y depositarlas debajo de las ruinas del templo consagrado en otros tiempos por los incas al astro que da vida a la naturaleza”

Las fabulosas ruinas del Templo del Sol, antes de sufrir la profanación de los buscadores de tesoros, al mejor estilo de Indiana Jones, en la época que las visitó el Libertador, fueron descritas por un viajero francés:

“La isla sólo tiene un monumento, orientado hacia el mediodía, mirando el estrecho de Tiquini. Este edificio tiene muros de 20 m construidos sobre una base. La fachada está dividida por once ventanas rectangulares que, desde lejos, parecen huecos y de cuatro puertas con umbrales inclinados sobre montados por capiteles de un verdadero estilo egipcio. Dos de estas puertas son reales, las otras son simuladas, como son las tres puertas de los lados laterales. Los lienzos de muros, todavía en pie, que se ven a la derecha del edificio, testifican que, a ejemplo de los templos dedicados al Sol, este de Titicaca tenía un gran número de anexos en donde los sirvientes del culto Inti-Churi, cuyas cifras en Cuzco se elevó a tres mil, eran alojados, nutridos y cómodamente mantenidos para la mayor gloria de este Dios”

En ese lugar de tanta significación para honrar la libertad de un pueblo que fue exterminado, sometido y esclavizado por 300 años, Simón Bolívar desenfunda su espada que simbolizaba la paz y la justicia luego de tanto batallar, para colocarla sobre un improvisado altar milenario, donde el incienso homenajeaba al Padre Sol, y a los fundadores del imperio redimidos por su espada.

Por mucho tiempo la espada de la paz era venerada por los visitantes a la isla del Sol, hasta que desapareció, y hoy forma parte de algún coleccionista privado, y hasta es posible, que sea guardada celosamente por algún descendiente inca que vive sobre las islas artificiales, de junco de Totora, que fabrican los pobladores del Lago Sagrado.

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